Pero bueno, el punto es que ya desde hace unos años, lenta y meticulosamente la grandiosidad del high five se ha ido sustituyendo por esta reverenda mierda:
Ya ni dar la mano sabemos. No sé de dónde viene, no sé cuándo empezó pero lo odio. Y peor la gente que apenas te da la mano o el que la extiende por completo y la regresa inmediatamente para hacer lo del puño, ¿si ubican? No pueden ser las dos, o das bien el high five o sólo das el puño, pero no así gente, no así.
No soporto ir caminando por el pasillo, ver a alguien que viene hacia mí, empezar a subir mi mano lleno de ilusiones y con la expectativa de una explosión de awesomeness y justo cuando llego a él, o pone la mano abajo (low five, tampoco soy fan) o de ladito, desliza y puñito. Tu puñito sabes por dónde te lo voy a meter no? En serio, es muy frustrante que se haya perdido esta costumbre, no está chido. Imagínense que en su boda justo cuando van a besar a la novia ella gira la cara para un beso el cachete, o de plano se quita y con una sonrisa pícara te toca la nariz con un dedo mientras dice "ti quiero". No me gustaría nada, no me gusta nada, no me gusta nada nada a donde va esto. Si seguimos así vamos a acabar saludándonos con los codos o algo, ojalá hubiera puesto cocos en vez de codos, eso sí estaría chingón.
Así que una vez más los convoco a dejar de saludar como si fuéramos parte de un culto chaqueto ya nada exclusivo para volver a lo que nunca tuvo por qué dejar de ser o por lo menos ya saben cómo saludarme cuando me vean.
Resumiendo, vean Top Gun.
Y para ver de lo que nos estamos perdiendo, vean esto.
High Five.