Simulacros.

El lunes hubo simulacro. Sonaron las alarmas, salieron los chalecos fosforescentes (convenientemente utilizados por las personas que menos respeto), nos dieron las instrucciones y bajamos por las escaleras. Se supone que si es incendio tenemos que evacuar el edificio pegados a la pared para no entorpecer a los elementos de seguridad y auxilio que estén subiendo. Y si es terremoto, nos tenemos que quedar en “el lugar más seguro” rezando, hasta que pase. Todo esto, como siempre, respetando la trifecta del simulacro “No Corro, No Grito, No Empujo”.

Ahora, yo creo que ya sabemos cómo reaccionar ante un sismo y/o incendio. O no, todo simulacro que he llevado a cabo a lo largo de mi vida ha sido eso, un puto simulacro, así que no sé cómo carajos reaccionaré ante un temblor de verdad o un incendio. Sin embargo, creo que hay varias situaciones que ameritan simulacros para saber qué hacer si ocurren. Cosas del día a día en las que nadie nunca nos enseñó qué putas hacer si pasan.

Sé que llevan practicando salir con vida de un lugar sin correr, gritar o empujar desde los 4 años, pero no tienen ni puta idea de qué hacer si van manejando muy tranquilos, hay un pájaro en la calle, ustedes saben que él va a volar, no frenan y ni madres, lo matan y se cagan.

Situaciones en las que realmente no sabemos qué carajos hacer. Un simulacro común es sólo intentar vivir, estas cosas sí son para las que nos debieron haber preparado en algún momento:

Simulacro en caso de caca inesperada en casa de la nueva novia.

Been there.

Llevan dos semanas saliendo y los invita a su casa a ver una película. Todo va bien, pidieron una pizza para comer y de repente sienten ese retortijón del que saben no hay escapatoria. El que marca el point of no return: ustedes, se van a cagar. Normalmente, no sería algo tan complicado pero en ese momento baja el resto de la familia a convivir, la mamá se come un poco de pizza, el papá te hace plática, el hermano llega con unos amigos y el único baño que hay, está ahí, a una distancia en la que no importa cuántas regaderas abran mientras zurran, todos sabrán. Porque también, saben que la caca de pizza no es cosa de niños. Entonces, suena la alarma y el personal capacitado se acerca:

1. a1. Mantenga la calma.

2. Busque opciones: otro baño, un jardín, unas escaleras para rodarse y cagarse por la caída, un hermano chico o perro grande para echarle la culpa, etc.

3. En caso de no querer nada serio con esa mujer, vaya y cague tranquilo. Hasta salga diciendo “Uf, cayó pesada esa pizza. Señora, no le recomiendo entrar a ese baño en meses, creo que lo maté”. Sí, perderá a la novia pero ganará el respeto eterno del hermano, sus amigos, el suegro y mío.

4. En caso de no encontrar otra opción y mostrar interés en la relación, invente alguna excusa para abandonar el inmueble. Tienen una fiesta, se le olvidó recoger a su abuelo del asilo o se acordó que le hablaron de Mixup para decirle que ya puede pasar a recoger su CD de “Haddaway’s Greatest Hits”.

5. Ignore por completo todo intento de la familia de mantenerlo dentro de la casa. También el de su novia, tal vez se enoje esta vez pero ésta es una acción que lo beneficiará a largo plazo. Aléjese, con o sin su novia, súbase a su coche (espero que sea automático porque si es de velocidades en cuanto meta el clutch se va a cagar todo encima), y arranque a la chingada. Una vez en movimiento, párese en cualquier establecimiento que tenga baño, un Sanborns, una biblioteca o una iglesia.

6. Estaciónese y ¡Corra hacia el baño a toda velocidad! ¡Empuje a toda persona que se le interponga en el camino! ¡Grite con todas sus fuerzas mientras caga hasta su apellido!

7. Lávese las manos.

8. Bese a su novia.

9. Dé las gracias de seguir vivo.

Simulacro en caso de estar crudo, desvelado, destruido, viendo la tele en domingo, que empiece Gilmore Girls, buscar el control para cambiarle y no encontrarlo.

Incesto.

Creo que eso define bien la situación. Uno de esos días en los que moverse es exclusivamente para ir al baño o abrirle al de la pizza. Sin embargo, el control remoto no está a la mano y todos sabemos que usted prefiere morir a ver Gilmore Girls en ese estado. Así que, empieza a sonar la alarma, se escucha un “esto es un simulacro, mantenga la calma y prepárese para cambiar el canal de forma ordenada y cuidadosa” en el altavoz:

1. Mantenga la calma.

2. Pregúntese ¿me puedo quedar dormido con este programa de mierda de fondo? Si la respuesta es sí, hágalo y rece porque no sea un maratón. Si la respuesta es no, pasemos al paso no. 3.

3. Busque el control. Una vez localizado, analice, ¿Lo puede alcanzar sin levantarse de la cama? ¿Puede usar su cinturón o condón usado para acercarlo? Hágalo y cámbiele. ¿Está despertando junto a una gorda que tal vez pueda ayudarlo? Pídale ayuda. Pero si ella es fan de Gilmore Girls o se comió el control, aguante la respiración hasta morir.

4. Si no hay rastro del control y la gorda está roncando, empiece a aventarle todo lo que tenga a la mano, incluida la gorda, a la televisión y a los contactos. Esta acción servirá si logra apagar el artefacto, desconectarlo o romperlo.

5. Si después de todo esto la televisión sigue prendida, la gorda sigue hedionda y roncando, no hay señal del control y las Gilmore no se callan, grítele a su mamá para que le asista. Cuando su mamá entre al cuarto, tape a la gorda con las sábanas, pídale que apague la tele y si le puede hacer una leche con chocolate.

6. Si usted ya no vive con su mamá, alcance su celular y márquele a su mejor amigo diciendo que esto es una emergencia. Que se encuentra tirado en el piso del cuarto sin movilidad/sensibilidad en brazos y piernas y que necesita que lo lleven al hospital. Todo este choro es para que el amigo se apure y para que entienda que tiene que tirar la puerta del hogar ya que no tiene llave. Haga voz de drama, llore un poco, diga cosas como “No puedo creer que jamás volveré a correr a tu lado” “Extrañaré lo que se siente darte la mano” “No le digas a mi papá por favor” etc. Si cuando él llega se pone todo loco porque no entiende cómo alguien puede ser tan hijo de puta como para inventar tal excusa con tal de no levantarse de la cama, entonces búsquese otro amigo. Un verdadero amigo lo entendería y hasta intentaría tirarse a la gorda que anda toda inconsciente ahí junto a usted.

7. Si no alcanza su celular, corra, grite y empuje como niño hiperactivo en tachas hasta que sin querer tire y rompa la televisión. Una vez hecho esto, recuéstese al lado de los escombros, solloce y duerma.

8. Coma pizza.

Simulacro ante un “te amo” que nadie vio venir.

Awww, cosi.

Tomando en cuenta que tengo un pene entre las piernas (creo), este ejemplo se llevará a cabo con ella diciéndolo.

Llevan unos meses en una bonita relación. Puede ponerse seria pero todavía es incierto. Se quieren, sí. Se aman, no lo sé. En ese momento, salen de una rica cena, van a su casa, tienen sexo, no el mejor pero pues es sexo, y justo antes de dormir, le susurran un “te amo” al oído. Suenan todas las alarmas habidas y por haber:

1. Mantenga la calma.

2. Por el amor de Dios, no conteste “Gracias”.

3. Visualice sus oportunidades. Como están acabando el acto del coito, ¿es posible que ella se quede dormida sin enterarse si hubo respuesta o no? ¿Se pudo confundir con un “te mando” “te mamo” “no me vine”? ¿Todavía está a tiempo de bajarse como un loco, llevar a cabo el mejor sexo oral de la historia y dejarla en tal estado que no se acuerde de qué putas acaba de pasar? Pero estoy hablando de CUNNILINGUS CON MAYÚSCULAS. Tal proeza que su cuerpo acabe dormido, temblando, y no pueda pensar en otra cosa más que “no me toques porque estoy tan sensible que si fuera gelatina jamás cuajaría”. Si sus habilidades orales no cumplen estos parámetros, pasemos al siguiente paso.

4. ¿No hay salida fácil y ella lo está viendo con los ojos más abiertos que piernas de gimnasta rusa? Voltéele la tortilla. Dígale “no puedo creerlo, llevo esperando que me digas eso desde el primer momento en que te vi. Ahora ya puedo empezar a dejar mis cosas aquí, cagar en tu baño, diseñarte un tatuaje con mi nombre, empezar a pensar los nombres de nuestros hijos (si tiene algunos ejemplos como todos los integrantes de la pandilla de Don Gato, mejor). Mira, creo que podríamos bailar esta canción en nuestra boda (tarareen Señorita Cara de Pizza de La Cuca), y tu vestido puede ser rosa pastel, onda quinceañera típica. Ay, estoy emocionadísimo, vamos a tener perros, gatos, tortugas, hamsters, hurones, arañas, etc., (vuelvan a ponerle nombres a cada uno). Y nuestros hijos van a estudiar en esta escuela y serán doctores, abogados y bailarinas de tap. ¿Si te gusta el tap verdad? Qué bueno que me amas, en este momento le hablo a mi mamá para contarle.” Y haga un pinky promise con ella de que siempre van a estar juntos.

5. ¿Le da miedo que el paso anterior salga mal? Sáquele un sustito diciendo “Uf, qué bueno porque se rompió el condón”.

6. Si todo lo demás falla, corra, grite y empuje gritando “¡Yo también te amo!”. No sea puto.

1.

Simulacro en caso de mancha de menstruación no deseada.

Ooooooops.

Es usted una mujer muy guapa pero con poco sentido de la moda que la llevó a ponerse pantalones blancos. Yo no tengo nada en contra de eso, hasta se les ve mejor el culo, pero como que entre ustedes se viborean y así cuando eso pasa. En fin, todo va bien, pero en algún momento que se le cayó su Blackberry, notó que al reincorporarse después de agacharse hubo un ligero goteo en su entrepierna. Voltea y se da cuenta que no fue ligero y usted, señorita, está manchada de menstruadita. Alarmas y focos rojos (jeje) se activan.

1. Mantenga la calma, mujer loca.

2. ¿Es usted hombre y le está sangrando al entrepierna? Deje de leer esto y vaya al hospital por favor.

3. Intente no pensar en Superbad.

4. Evalúe sus opciones; ¿tiene usted una sudadera tipo mamá en Club Med, o algo con que tapar su mancha? ¿Si se sienta y cruza la pierna el resto del día, la libra? ¿Considera factible el cortarse con un objeto punzocortante para decir que la sangre viene de ahí? ¿Tiene familia española? Lo pregunto por si puede usar la excusa de que le mandaron gazpacho y se lo tiró todito.

5. ¿No cuenta con esas opciones y asumo que no trae unos pantalones extras? Corra, grite y empuje hacia su casa a llorar.

6. ¿Se considera una mujer fuerte que no tiene por qué hacer eso? Entonces camine orgullosa de su mancha menstrual. Que le valga verga. Sí, es lo mismo que si yo me mancho tantito de pipí después de ir al baño o si la de junto empieza a lactar sin querer. Son cosas que nuestros cuerpos hacen y no es nuestra culpa. Sea la imagen de la libertad de pensamiento. Sea la que provoque que las mujeres se empiecen a pedorrear en lugares públicos sin pena alguna. Es hora de que la gente sepa que nosotros somos los dueños de nuestros cuerpos y no al revés. Lleve a la industria de toallas femeninas a hincarse y pedirle disculpas por todos los traumas que le han causado. Empiece una ONG llamada “MMMM: Mujeres Mexicanas Menstruando por un Mañana” y acéptelo como parte de su femineidad pero jamás como una debilidad. Queme tampones en el Centro y deje a su hombre cuando le diga que no quiere coger porque le da “cosita” que usted está en sus días. Sea mujer, sea fuerte.

7. Si todo lo demás falla, finja que estaba embarazada y acaba de abortar.

Simulacro en caso de coger con la mujer de sus sueños y darse cuenta que no tienen condón.

Para esto sí serviría Canal 5 Al Servicio de la Comunidad.

Finalmente lo logró. La tiene en pelotas y dispuesta frente a usted. No sé si la drogó o está inconsciente, y la verdad, no me importa, el punto es que usted va a llevar a cabo el acto de la relación sexual con la mujer que siempre quiso. Ya se dieron sus respectivos sexos orales y están listos para la penetración. Voltea, abre su cajón y se da cuenta que no, no hay condones:

1. Mantenga la calma.

2. No diga nada. Ella no debe saber que no tiene condón hasta el último momento.

3. Evalúe sus opciones. ¿Tiene roommates a quienes pedirles un profiláctico? ¿Ella trae? ¿Está dispuesto a usar un calcetín como yo… digo, nada? ¿Es lo suficientemente decente y cuidadoso como para decir “No, pues para la próxima”? ¿Hay un Oxxo a una distancia razonable? Y por razonable me refiero a dónde sea, en esas condiciones corres, gritas y empujas hasta Guatemala si necesitas condón. ¿No? Pasemos al punto 4.

4. No quiero promover el SIDA, el embarazo no deseado/planeado y resto de enfermedades venéreas, así que a menos que alguno de ustedes vaya a morir al día siguiente o lo embarquen a Normandía, no coja a pelo.

5. Si ya se dio cuenta que no hay posibilidad alguna de penetración, vea si tiene algún juego de mesa a la mano. De preferencia uno en el que ella sea buena y lo pueda mear porque lo va a odiar.

6. Dígale que se ve gorda, que hace cuánto no se depila o llámela por el nombre de alguien más para que se encabrone, se vista y se vaya. Discúlpese otro día e intente repetir.

7. Sugiera la posibilidad de sexo anal. (No corro, no grito, no empujo... la caca).

8. Vaya al baño, mastúrbese solo y llore.

9. Abra un blog.

Creo que estos 5 son suficientes por ahora, pero el cielo es el límite, simulacros en caso de:

Inundación Bíblica.

Amigo malacopa.

Mujer calientahuevos.

Mala fiesta.

Cachar que te ponen el cuerno.

No hay papel.

Te tienes que dar a la gorda por buen wingman.

No tener agua caliente para el baño.

Dejar las llaves dentro del coche.

No tener abrelatas.

No tener microondas cerca.

Fin del mundo.

Atropellar a un niño.

Encontrarte a las dos mujeres que te estás dando en la misma fiesta.

Darte cuenta que la mujer de tus sueños es hombre.

Darte cuenta que te gusta que te palpen el ano.

Darte cuenta que te ríes viendo a Adal Ramones.

Y también considero que así como nos enseñan qué hacer en caso de terremoto desde niños, hay cosas que nos enseñan en clases que en nuestra puta vida volvemos a usar. Las estoy viendo a ustedes Ciencias Naturales, Civismo, Etimología, Matemáticas y Redaxiong. Así que propongo que se establezcan las siguientes clases en el sistema educativo de México para que estemos mejor preparados para la vida:

El clítoris; dónde encontrarlo y cómo estimularlo.

Supervivencia 1: Cómo manejar pedo.

Supervivencia 2: Cómo no llorar cuando chocas por primera vez, niña.

La Cruda: Cómo evitarla, qué mezclar y qué no, cuándo saber si tienes que ir al hospital. Menús interactivos para curarla.

Drogas y sus malviajes.

Taller: ¿Cómo se saca una flema?

La masturbación: no es algo malo.

La virginidad: vale pito a qué edad la pierdas.

6 años seguidos de baile estarían buenos.

Atletas profesionales y rock stars: Cómo lidiar con la frustración de ser un empleado mediocre y promedio cuando no se cumpla tu sueño.

La ruptura: Sí volverás a amar a otro igual que a él. En serio. Te lo prometemos.

Supervivencia Avanzada: Pruebas para saber si el hijo es tuyo.

Agujetas: Cómo putas se amarran.

Cómo hacer nudos de globos.

Bancos, impuestos, sueldos, afores y cuentas de ahorro: ¿Cómo carajos funcionan?

Fechas de caducidad: mitos y realidades.

Supervivencia Avanzada 2: Cagando en baños públicos y campamentos.

Antibióticos y alcohol.

De nada, SEP.

De nada, humanidad.

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